martes, 3 de mayo de 2011

A WEMBLEY

El Barça jugará la final de la Champions en Wembley, después de una eliminatoria en la que simplemente fue mejor. Los azulgranas firmaron un empate ante el eterno rival en un partido donde la reaparición de Eric Abidal fue la guinda a una noche histórica.



Pero cuando peor lo estaba pasando el Barça, apareció Andrés Iniesta. El del Fuentealbilla se inventó un pase milimétrico para Pedro, que sólo ante Casillas, no perdonó. El 1 a 0 subía al marcador y Wembley parecía más cerca.
Con el marcador en contra el Madrid recuperó su versión más dura. Un cambio de escenario que desconcertó a los azulgranas. Un error de Mascherano cuando intentaba sacar el balón propició una contra que permitió a los blancos devolver la emoción al partido. Y es que un rechace al palo tras un disparo de Di Maria permitió a Marcelo batir a Valdés (64').
Estará por jugadores como Eric Abidal que puso el colofón perfecto a este partido regresando al terreno de juego un mes y medio después de ser intervenido de un tumor de hígado. Una reaparición que el Camp Nou celebró como nunca.

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